
Este taller convirtió el Plymouth Prowler Hellcat en una realidad lista para conducir.
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Si eres demasiado joven para recordar la era Y2K, puedo resumirla bastante sucintamente: rara. ¿Pero para qué contar cuando puedo mostrar? Mira la foto de arriba. Y que quede claro: el Plymouth Prowler ya era bastante excéntrico incluso para el año 2000, pero verlo a través del prisma del panorama automotriz de 2025 lo hace parecer aún más desquiciado.
Visualmente, era un guiño directo a los hot-rodders, acercándose lo máximo posible a ignorar las normas modernas de seguridad en un intento de evocar el aspecto chopped-and-slammed que era sinónimo del hierro clásico. Y cumplía con su papel, sobre todo en que no se parecía en nada a los sedanes tipo barra de jabón derretida que se vendían a su lado. En comparación, el Prowler era aerodinámico y siniestro. Recuerda, en 2001 todavía fabricábamos monovolúmenes; la idea de Ram como marca independiente habría provocado risas entre los periodistas de la época.
Pesaba más o menos lo mismo que el Honda S2000 —2.800 libras— y entregaba una potencia similar, pero no lo hacía con un cuatro cilindros de altas revoluciones y una caja manual de seis marchas de cambios secos, sino con un V6 de especificaciones de monovolumen y una automática de cuatro velocidades. Un aburrimiento total. Ahí es donde entra Michel’s Auto Design. Este taller con sede en Wisconsin ofrece un modesto paquete llave en mano que transforma tu Prowler V6 de serie en un monstruo con motor Hellcat y cambio manual.
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Hemos visto Prowlers con motor Hellcat antes, pero hasta ahora no habíamos visto un taller ofrecer esto como una preparación permanente. El paquete "Sinister" incluye un motor Mopar crate Hellcat (calificado con los mismos 707 caballos que el motor estándar), una caja de cambios manual Tremec T56 de 6 velocidades, una suspensión trasera independiente personalizada, escape con válvulas personalizado y X-pipe integrado, un sistema de refrigeración mejorado, respiraderos personalizados en el capó y la eliminación del parachoques delantero.
Y sí, conserva el aire acondicionado de fábrica. ¿Cómo metieron todo eso ahí? Eh, con mucho cuidado. Como puedes ver en el vídeo más abajo, quedó justo de espacio:
Así que el mayor defecto del Prowler está solucionado, siempre que, al menos, puedas permitírtelo. ¿La buena noticia? Los coches base siguen siendo (relativamente) baratos, así que la mayor inversión aquí es la propia mejora.
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